▲ Detector de humo o de monóxido de carbono que ronda los treinta euros

El Colegio de Administradores de Fincas de Málaga y Melilla hace un llamamiento a los poderes públicos para el desarrollo de una normativa que establezca la obligación de contar con detectores de humo y monóxido de carbono en las viviendas de nueva construcción.

Se trataría de una acción preventiva enfocada a reducir el número de muertes, heridos y afectados por incendios domésticos. Igualmente, el Colegio aboga por difundir campañas en las que se explique la importancia de contar con dispositivos de este tipo en viviendas ya construidas.

El presidente del Colegio de Administradores de Fincas de Málaga y Melilla, Alejandro Pestaña, ha explicado que “sería una medida completamente razonable dado el bajo coste de estos aparatos y su efectividad para actuar a tiempo ante situaciones que pueden llegar a suponer la muerte y destruir por completo una vivienda”. Un detector de humo o de monóxido de carbono ronda los treinta euros, siendo económico no solo su instalación sino también su mantenimiento. Nada más detectar la presencia de humo o monóxido de carbono en el aire, suelen emitir una señal sonora a modo de aviso, lo que permite alertar a los propios habitantes del inmueble o incluso a los vecinos más cercanos. Por lo que, tal y como ha expresado el presidente de la institución colegial, “los detectores salvan vidas”. Entre los tipos existentes de detectores, el Colegio de Administradores de Fincas de Málaga y Melilla aconseja los ópticos, puesto que los iónicos cuentan con una cápsula de Americio 214, un componente radiactivo que precisa de un tratamiento especial al dejar de ser útil.

A finales del mes de noviembre pasado y a lo largo de la primera semana de diciembre, se conocieron seis casos de fallecimiento por incendio doméstico. El último de ellos, en el municipio malagueño de Villanueva de Tapia. Un hombre de 88 años murió por un incendio en su casa durante la madrugada del 5 de diciembre y cuyo origen pareció ser un brasero. La mayoría de estos incendios suelen tener una fuente eléctrica o de calor como son las estufas, chimeneas, velas o cigarrillos.

Cabe recordar también el peligro de la intoxicación con monóxido de carbono, ya que es un gas invisible y sin olor, lo que lo convierte en un riesgo mortal de difícil detección. Su inhalación en un espacio que carezca de ventilación puede causar la muerte. El detector es capaz de percibirlo y avisar de su presencia antes de que una persona pueda sentir algún síntoma de intoxicación como mareos o náuseas.

 

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